sábado, 28 de noviembre de 2015

El sueño

Anoche tuve un sueño increíble, de esos irrepetibles que te dejan con ganas de soñar más. Y yo venga a dormir. Y no quería despertar. Y cuando desperté solo tenía ganas de contarlo una e infinitas veces más... 
Y como la vida está para contarla, ahí va....

Soñé con un amanecer extraordinario, un cielo azul que brillaba sobre el mundo entero, por encima de las desgracias, de las tragedias, de las muertes injustificadas, de los miedos, de las incertidumbres, de todo eso difícil de olvidar. Pero por un momento lo olvidamos.
Y lo olvidamos porque recordamos que era un día maravilloso para celebrar que podíamos estar celebrando juntos otro año más un 27 de Noviembre. Un día que marca un antes y un después en nuestros calendarios. Un día para agradecer, bendecir, glorificar, compartir y educar. 
Un día diferente, porque muchos ya no lo vivimos como alumnos íntegros del cole. Lo vivimos como niños que se fueron rumbo a estar un poco más cerca de lo que deseábamos. Pero al regresar en un día especial, volvimos a sentirnos niños, y alumnos tocados por la varita de aquellos Maestros que marcaron nuestras vidas.

Recuerdo a cada uno de ellos, y le pongo cara a todos aquellos que, de una forma u otra, me formaron en nombre de Calasanz y posiblemente contribuyeran muchísimo a hacer de mi la persona que hoy soy. Y mientras lo recuerdo y navego en mi memoria, me pregunto: ¿Qué pensaría él del sistema educativo actual en el que estamos sumergidos?. ¿Y qué le parecerá a él la forma de enseñar de los actuales profesores del mundo?. ¿Y qué pasaría si Calasanz fuese nuestro Ministro de Educación? ¿Acaso necesitamos más piedad y letras?. En efecto, ¿qué sería de la educación si, en nuestros días, estuviese Calasanz?.

Y lo cierto es que no encuentro respuesta.
Cuando entré en Periodismo, una de las cosas que me dijeron es que tenía que indagar mucho, y preguntar mucho, solamente para acercarme lo más mínimo a las respuestas de todas mis dudas.
Sin embargo, por una vez desafié a aquello que me dijeron, y les conté a quienes me lo dijeron que yo no tuve la suerte de conocer a Calasanz, pero que conozco en primera persona el gran legado que dejó. Un legado convertido en educadores, profesores, catequistas, escolapios... en efecto, MAESTROS. Y que estos maestros, héroes sin capa ni armadura, pero con el arma más poderosa y eficaz jamás vista, a éstos yo sí que los conocía...

Y seguí sumergida en mi sueño, y sentí innumerables sentimientos en el día de ayer que se hacían partícipes en abrazos, charlas, reencuentros, risas y sonrisas, preguntas, cuestiones aún sin resolver, buena onda y los mejores deseos.
Soñé que, en aquel lugar del que hace poco me fui, me seguían queriendo igual, seguían sirviendo a los niños igual, seguían ilusionando igual, y seguían educando igual o mil veces mejor.

Pero entonces me desperté. Y en la mejor parte del sueño me desperté y grité con rabia que cómo acabaría la historia, qué pasaría con todos aquellos maestros de buena voluntad y con sus alumnos. ¿Por qué me desperté justo en ese preciso instante? ¿Por qué?............

Pero entonces cogí mi móvil, vi algunos mensajes y fotos. Mire mi habitación, vi la pared con imágenes y recuerdos. Y aliviada descubrí que nada había cambiado. 
Que la educación que sentía, pervivía y todo seguía igual. 
Que todavía teníamos el arma más poderosa para cambiar el mundo. 
Que en cada libro había esperanzas e ilusiones fortificadas y renovadas. 
Que había personas dispuestas a seguir compartiendo, luchando y educando de forma mágica.
Que todo aquello que sentimos, que vivimos en la conciencia y en el corazón, todo era verdad... 
Y que no hay sueño más bonito que el que se vive en la propia realidad.

(Gracias a todos, continuará. Seguro que continuará.......)

domingo, 20 de septiembre de 2015

Despedidas

Me encuentro en un tren rumbo a mi casa. Este es uno de los mejores sitios para pensar, entre vagones, mientras miras por la ventanilla y observas lo que dejas atrás: lugares, momentos, risas, canciones, personas. También puedes asomarte hacia adelante y ver lo nuevo que te espera a partir de mañana: sitio nuevo, gente nueva, metas, miedos, y la carrera que siempre soñaste hacer desde pequeña.
Tenía unas ganas inmensas de empezar esta nueva etapa de mi vida hasta que llegaron estos dos últimos días. Días en los que he vivido emociones a flor de piel, días de reencuentros con personas especiales, de sonrisas y de buenos deseos.
La emoción más inmensa llegó anoche, cuando asistí a un concierto en el cual 5 actuaciones me marcaron para siempre. Canciones de esas que te llegan, de las que cuando miras a los ojos a la artista que tienes enfrente sabes que abarca mucho más, no sólo arte. Y así es. Porque desde que llegué aquí ayer me he sentido como en casa, me han tratado como en casa y me han regalado situaciones de esas que sólo ocurren en familia. Sin embargo, mentiría y me quedaría muy simple si dijera que han sido sólo dos días, porque lo cierto es, que aunque nos separen algunos kilómetros, ellos siempre han estado y están.
Estoy montada en el tren y tengo una mezcla de sentimientos e ideas rondándome desde la cabeza al corazón. Triste por un lado, porque cuando estás así de bien, con gente a la que por desgracia no ves todos los días, no te quieres ir. Y los miras al despedirte, y te sientes tan vulnerable que ya no sabes si sonreír o hincharte a llorar. Pero por otro lado, hay un pellizco en mi interior que me obliga a darme buena onda y energía, porque sabes con certeza que no es un "adiós" sino un "hasta pronto". Sabes que habrá un reencuentro pronto, o quizás no tan pronto, pero cuando llegue tendréis ese momento para compartir ideas nuevas, sonrisas nuevas, noticias nuevas y lo que surja.
Sigo mirando por la ventana, sigo en la provincia de Cádiz y ya veo el atardecer. Atardece en las miradas, en los gestos, en las batallas, en los sueños. Atardece hasta en mis palabras. Y pronto amanecerá un nuevo día con nuevos propósitos y méritos.
Y llegará un día en el que despertaremos y el mundo será un poco más justo, más tolerante, más solidario. Y no se castigará al que trabaja día a día, y se compensará al trabajo bien hecho. Y a los artistas que buscan el pan de cada día como tantas personas, se les hará el hueco que merecen, porque los que valen siempre tienen sitio. Y mientras la música siga existiendo, siempre habrá una salida. Y mientras tu sigas cantando, yo siempre tendré un motivo más para escribir.
Ya estoy en la provincia de Sevilla y sigo escribiendo... es que ya sabéis, el tren da para pensar demasiado...
Y ya pronto se apagarán las luces, y se encenderán los sueños. Y seguiremos con nuestras vidas, nuestras historias, nuestras idas y venidas, pero mientras pueda recordar momentos como estos dos últimos días, siempre tendré la certeza de que pronto regresaré.
Gracias a mi gente de Chiclana, en especial a vosotros, David y Nani.
Ya nunca será lo mismo sin haberos conocido, porque habéis hecho que siempre merezca la pena.
Suerte, salud... Y va por ustedes...

miércoles, 29 de julio de 2015

La playa

El le contoneaba todos los días y a todas horas , pero ella perdía su mirada en otras distracciones que encontraba a su alrededor.
El hacia mil cosas para llamar su atención. Inventaba piruetas para sobrevolar sus ojos, pintaba corazones en su puerta con la espuma que le salia de entre los dientes al sonreír, y hasta le susurraba poesías al oído. Y ella seguía a lo suyo, ignorando lo evidente, rechazando los detalles.
No le regalaba flores, pero le traía a sus mejores vientos, poniente y levante, para hacerla volar en lo mas alto, entre sus alas.
El le arrastraba las mejores perlas a sus pies para que siempre se sintiera bella y joven. Le obsequiaba con sus mejores conchas y caracolas, que escondían profundos secretos abismales. Y ella los cogía con rapidez, sin levantar la mirada, y se los guardaba en su interior.
El tenia barcos de ensueño, y vistas de un horizonte infinito. Ella poseía castillos que aguardaban historias de damas y caballeros andantes.
En ella se afloraba la esencia de la infancia, veía los primeros pasos de los niños al caminar y sus primeras caídas. El por su parte era testigo de amores de verano, y besos pasajeros con sabor a sal.
El era sigiloso y pasional, ella era misteriosa y muy carismática. El todo el rato la quería besar, y ella se resistía echándose para atrás, arrastrando con ella sombrillas, toallas, sillas y juguetes, para que no quedase ningún rastro de lo acontecido.
Ella no era del todo feliz, y el no estaba completo porque le faltaba ella.
Cuando ella estaba sola se notaba insatisfecha y sacaba sus peores acciones, provocando tormentas de arena y levantando fuertes humaredas. El por su parte subía y bajaba la marea cuando le venia en gana, como si así pudiese disimular su tristeza y soledad.
Pero una madrugada mientras dormían, casi sin darse cuenta ambos se acercaron, muy poco a poco y cada vez más cerca, y se fundieron en la pasión tan deseada por él y de la que ella quedó prendada.
Por un momento ambos recuperaron las más vitales energías, compactaron con fuerza sus mejores deseos e intercambiaron sonrisas y latidos palpitantes e incandescentes.
Sacaron a pasear su mejor Yo para entregárselo el uno al otro. Entonces sintieron algo que nunca antes habían experimentado, algo tan fuerte que es difícil de explicar, y es que ya no eran dos entes independientes, eran uno solo, y se sentían más libres.
A la mañana siguiente todo era distinto. Compartieron momentos, pertenencias y antojos, sonrisas y lamentos, veranos y otoños. Intercambiaron sabiduría plasmada en leyendas ancestrales. Relataron vivencias y recuerdos que todavía hoy perduran, protagonizados por todos los que pisan ese lugar.
Dicen que nunca la luna brillará más como lo hizo aquella noche, nunca más las estrellas relucirán con tanto ímpetu, ni nunca nadie podrá revivir el momento que allí sucedió. Sin embargo, con carácter rutinario, cuentan que el le sigue regalando a ella sus más preciados atardeceres, sobre barcas pesqueras y acantilados galopantes.
Y es que de aquella noche imprevista, de aquellos sentimientos sin avisar, nació un legado. Ella, la orilla, y El, el mar, formaron "La Playa", un lugar para bendecir, acunar, iluminar.... Y soñar.

sábado, 28 de marzo de 2015

Todo va bien

Todo esta en orden, todo correcto, todo va bien. La tranquilidad inestable acaricia el alma de los dormidos, de los abrumados, de los callados, de los silencios.
Calla , cállate y no finjas los desaciertos del destino, el ruido de los detalles que pasan desapercibidos.
Sobran los gestos y las miradas, faltan los hechos y los actos. Es todo tan surrealista que no cabe en las palabras. Es que la vida no cabe en las palabras, ya lo dijeron alguna vez.
Y tú no cabes en mi mente, eres algo tan grande, capaz de sobrepasar lo trascendental.
Pasan cosas , suceden cosas ocurrentes y tímidas, pero no salen a la luz. No quieren salir. La niebla les impide salir, la humareda de miedos y rencores hace que sea imposible. Y mientras siempre lo mismo , ''Todo va bien''.
Cualquier cosa sirve como pretexto, buscamos excusas en cualquier rincón de cada estrella, de cada galaxia, de cada universo, de cada poeta, de cada verso.
Solo quiero escapar, soñar, bendecir, iluminar... Trasnocho en los recuerdos del olvido, porque no puede haber nada mas falso que lo que se vive aquí. La vida es puro teatro.
Las personas fingen y lloran sin lamento , los árboles ya no dan fruto, las desgracias suceden y nadie lo remedia. Dejamos que pase, que fluya, que alivie, que sane, que palpite, que cicatrice, porque ''Todo va bien''.
El cristal roto de tu ventana recompone un mar de historias y deseos, imborrables que perduran. Tu habitación es un mar de dudas indecisas , tu sábana es mi abrigo. Me reconstruyo por dentro y pienso que todo va bien.
Resignate a pensar que nada cambiará. Tu eres el culpable. Tu eres el único culpable. La incertidumbre de tus palabras no remueve tu conciencia para sumergirte en algo nuevo, distinto y probablemente mas sano y fructífero. Tal vez sea así, tal vez no lo sea, pero no lo sabes. Y nunca lo sabrás porque tu torpeza limita tus acciones.
Te manejan y coartan . Cree en ti , contagia tu ingenio y la sabiduría de tu instinto. Tu credo es mi credo.
Miras el presente con la ternura que caracteriza a tus ojos, tu mente inconformista y rebelde desea salir y gritar. Los pueblos piden un futuro próspero y enriquecedor. Tal vez así lo quieran, o tal vez no.
Palpita en mi retina el perfume de la noche, el desamor más insano renace en tu reproche. Los bancos del parque brillan con el recuerdo de tus besos, porque no hay nada más bello que eso. Noche azul, frío que intimida , y la calle es mía.
Quien sabe lo que pueda llegar a pensar , quien lo sabe o pueda llegar a saber. Puedes imaginarlo, soñarlo, creerlo, demostrarlo o inventarlo.
Reinventa tu destino si es que puedes , venga va, hazlo si puedes !! No importa, ya nada vale,
Y es que para qué sufrir sin interés, si todos sabemos que ''Todo va bien''.

sábado, 28 de febrero de 2015

Despierta

Amanece un nuevo día, el lorenzo va saliendo y alumbra todos y cada uno de los rincones de este lugar. La costa reluce y los pueblos, más blancos que nunca empiezan a soñar. Se escuchan palmas a compás, el quejío de una guitarra bien tocá y andaluces a trabajar. ¡Despierten señores, que un nuevo día ha dado lugar!.
Sin embargo, en el esplendor de toda esta magia se oculta y transluce la angustia de que quedan sueños por cumplir, quedan metas por alcanzar y caminos que andar. Aún quedan batallas que pelear y cabezas que cortar, y es que en la amargura de esta locura aún queda dormida el verdadero alma de Andalucía... ¡ANDALUCÍA, DESPIERTA!.
Despierta y habla con tu acento andaluz, para que los de arriba escuchen todos los derechos que te han robado y algún día paguen por sus incompetencias
Sigue labrando la tierra, tu tierra que es la más fértil de toda España, porque algún día la tierra será para quien la trabaje de verdad, de corazón y con sus propias manos.
Empápate de cultura, de toda esa que en tus mismas venas llevas, de autores, poetas, escritores y otras tantos y tantos personas que por tus calles han glorificado su arte.
Denuncia y rebélate, tu que eres la comunidad más castigada por el paro, ármate de valor y pide lo que es tuyo. Sal a la calle con la unión que caracteriza a tu pueblo y reclama libertad.
Acompaña a tus mayores, aquellos que piden a gritos silenciosos ratos de compañía, que ni siquiera las míseras pensiones pueden otorgarles.
Cuida de tus niños, los más pequeños que son el futuro y que ellos y solo ellos pueden rescatarnos. Anímalos con el libro y los apuntes en mano, acércate y dales tu palabra y tu amor.
No creas lo que te dicen, sobre todo si el que te habla lleva corbata y maletín, y hechura de político corrupto. Cree en ti mismo, escucha muchas opiniones y quédate con lo más productivo de cada una de ellas.
Consuela a tus bancos, no a aquellos que echan de sus casas a miles de personas cada año, sino a los bancos de parque y de recreo, los que son testigos de la tragedia del primer desamor. También a los bancos de alimentos, dales colaboración para seguir alimentando de fe y esperanza a tantísimas familias.
Acoge a los inmigrantes, aunque te digan lo contrario, no seas como los arrogantes que colocaron la valla metálica en la frontera de Melilla. Comparte lo que tienes con tus hermanos, por muy poco que sea, sobre todo si lleváis similares raíces. Recuerda que alguna vez, tu también fuiste emigrante.
Baila, canta, ríe, llora y grita. Alimenta de locura el desparpajo que tienes, porque solo así lograrás disimular un poco todos tus males.
Ondea tu bandera con el viento de levante que ofrecen tus playas, saca a pasear tu escudo y tu himno, que son fruto de muchos años de lucha y son los símbolos que tenemos para seguir reclamando de manera justiciera y leal.
Vota con conciencia y corazón, acuérdate de todos los andalucistas que murieron por defenderte y que su sangre quedará derramada como muestra de generosidad y de lucha desmesurada.
Defiende tu tierra sobre todas las cosas, lávale la boca a todo aquel que emita juicios malsonantes e invítale a venir para que compruebe en sus propias carnes qué es lo que se siente cuando pisas estas calles.
Andalucía dormida en la oscuridad, sigue siendo tú, no te canses, coge aire e impúlsate. Busca un sueño y alcánzalo. Cuando lo cumplas, busca otro. Apóyate en los andaluces que luchan cada día bajo el anonimato para levantar sus casas, quédate con nombres y apellidos de gente que lo dio todo, (BLAS INFANTE), sigue sus pasos y traslada a la actualidad aquello que creas imposible. Salta, pelea, grita, canta, ríe, pero sobre todo... ¡DESPIERTA!.
Soy andaluza de sangre y de corazón, enamorada de tus calles y plazas, de tus playas con sabor a sal y de tus pueblos invernales. Te quiero y respeto, pero quiero verte prosperar, pidiendo tierra y libertad para que los andaluces ''volvamos a ser lo que fuimos, hombres de luz que a los hombres, almas de hombre les dimos''. Gracias querido Blas Infante por tus enseñanzas y por tu testimonio de verdadero amor, ojalá seamos capaces de valorar y reconstruir aquello que algún día tú y otros tantos ''locos'' comenzasteis a crear.
Felicidades andaluces, Defiende Andalucía y da gracias a Dios cada día por pertenecer a la tierra más bonita del mundo.
VIVA ANDALUCÍA LIBRE.

miércoles, 4 de febrero de 2015

''La chica que no creía en los milagros''

No voy a contar ninguna historia, porque la que voy a comentar ya está escrita, pero no todos la saben. Salió a la luz en Noviembre, pero lleva todos los años de su existencia convirtiéndose en realidad día tras día, paso tras paso, sueño tras sueño. Todos tenemos una persona de referente en la vida, porque aunque debemos creer en la esencia de nosotros mismos, nunca está de más guiarte por alguien a quien admiras y en quien te ves reflejado. Los que me conocen saben que esa persona es Toñi Moreno, mi periodista y reportera favorita desde que era más pequeña, y siento que cada día más. Acabo de terminar de leer su libro, la historia de la que hablaba al principio, y solo puedo decir que tengo una mezcla de sentimientos variados interior, pero por encima de esa mezcla reluce la alegría y la satisfacción de haber aprendido sobre las historias que he leído, sobre personas que luchan día a día bajo el anonimato, y por supuesto de Toñi, que ha aportado toda la profesionalidad y sinceridad existente en plasmar estas confesiones. He de decir que he llorado, he reído, pero también me he indignado. No tengo el privilegio de conocer a Toñi personalmente, pero tengo la certeza que es tal y como la vemos ante las cámaras: natural, sencilla y humilde. Esa humildad se traspasa por sí sola en cada reportaje y cada entrevista, porque es capaz no solo de entrevistar al protagonista, sino de meterse en su piel y contar su historia en su misma voz.. Me encantaba verla en ''75 minutos'' porque veía toda la naturalidad posible en el cuerpo de una gran profesional, que se desvivía por la causa y mostraba al público un poquito de realidad que tanto necesitamos actualmente. Hay mucho periodismo politizado y es una pena, porque es uno de los medios por los que el pueblo debería poder expresarse e intentar así, ser más libres. Toñi siempre dejó a sus protagonistas expresar lo que llevaban dentro, en cualquier programa que hizo, porque ante todo ella es persona, una ciudadana más y andaluza por los siglos de los siglos. Admiro profundamente la positividad y entusiasmo que transmitía a las personas que llamaban para pedir ayuda en ''Tiene Arreglo'' y ''Entre Todos'' y también a los que llamaban para ayudar. Me traspasó el alma en su último reportaje desde el corazón del ébola, y me hizo sentir tan vulnerable como si pudiera estar allí con ella viviéndolo y sintiéndolo. Hoy, tras leer su libro que los Reyes Magos me trajeron, solo puedo seguir admirándola y agradeciendo por tanta sinceridad metida en 199 páginas. Me quedo especialmente con las menciones a Kosovo, Afganistán y Haití. No hay palabras para describir cómo lo cuentas y puedo hasta imaginarlo y sentir tanta emoción que no pueden quedarse en unas simples líneas. Gracias por desnudarte ante un público anónimo, con ganas de ti y que te echa de menos por televisión. Últimamente yo también he oído muchas críticas hacia Toñi, y no tan constructivas, sino más bien destructivas y con ganas de hacer daño por encima de todo. Pienso que parte de la sociedad está enferma de envidia y falta de protagonismo, claro que aburridos hay en todas partes, pero creo que se equivocan hasta el fondo con Toñi Moreno. Solo voy a decir una cosa, los mediocres solo pueden alcanzar algo de gloria viendo hundidos a los demás, por eso espero y deseo que las críticas ofensivas no sirvan de nada en los oídos de unos valientes con ganas de comerse el mundo y sus sueños, como Toñi y tantas y tantas personas. En el libro he podido oir la voz de Toñi en cada letra de cada palabra, como si fuera ella la que me estuviese contando su propia historia, la historia de su vida, que la ha hecho madurar y crecer en todos los ámbitos. Sé que hay muchos buenos periodistas, personas bien formadas y nutridas culturalmente, llenas de sabiduría entre sus manos y su mente, con más años de experiencia o menos, pero de entre todos los periodistas de España y del mundo, activos y desempleados, yo me fijé de más pequeña en una mujer que me marcó con su ingenio y sus ganas, que eso unido a su talento ante las cámaras para mi forman una mezcla perfecta. Intento ver toda clase de reportajes y noticias, debates y todo lo que pueda llevar a mis ojos para seguir el camino de tantos buenos profesionales. Pero en cada pálpito de actualidad que me encuentre, en cada cosquilla de esta bonita profesión que aún no conozco, sé que siempre veré reflejada a Toñi Moreno por ser la impulsora a este sueño que deseo como forma de vida.
No entiendo muy bien como puedes querer a alguien que no conoces personalmente, pero en mi caso puedo decir que así es, porque siento amor por sus enseñanzas y su persona entera.
Ojalá vuelva a verte pronto por televisión para seguir aprendiendo de ti, ojalá te vea pronto y poder decirte (si me salen las palabras) todo esto personalmente. Bertolt Brecht decía: ''Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles''. Toñi, tu eres imprescindible siempre, por plantarle cara a esta injusta vida desde pequeña, por luchar por cada historia de tu libro y por infinitas cosas más. Sigue haciéndolo porque el mundo necesita de personas y periodistas tan perseverantes como tú.
Para todas las personas que necesiten apoyo y luz, para los que no lo necesitan pero seguro que les vendrá bien, les recomiendo el libro ''La chica que no creía en los milagros'', de Toñi Moreno, se les quedará grabado a fuego en el corazón como a mi se me ha quedado ya para siempre. Una gran obra que os mostrara la grandeza de las pequeñas cosas y como los humanos sacamos una supervivencia sobrenatural en los momentos más adversos, y todo en las manos y voz de Toñi Moreno.
Gracias por mostrarme una vez más que siempre hay un motivo por el que sonreír y por ser luz para un país agotado por tanta incompetencia.
Con todo mi cariño y respeto, de esta aspirante diecisieteañera que también va a luchar por encontrar los milagros de la vida, y si alguna vez no siento fuerzas para seguir buscándolos volveré a ver este vídeo que sin duda me obligará a levantarme de nuevo....



Fati Pizarro. 

miércoles, 28 de enero de 2015

Miradas

Hay miradas que lo dicen todo, y otras que apenas dicen nada , o mejor dicho, no lo percibimos, porque hay miradas hasta de indiferencia.
Existen miradas de cariño, que muestran amor a 800 latidos por segundo , y miradas enamoradas que exaltan hasta la razón.
Hay otras miradas tristes y obsoletas , miradas cansadas por la desesperación y otras que esbozan lágrimas de desconsuelo en las que apenas hace falta mediar palabra.
Hay miradas ardientes y reñidas, que salpican fuego por los ojos de unas personas con ganas de pedir ''perdón'' , pero con demasiado orgullo como para hacerlo.
También hay miradas tímidas y enigmáticas , todo un mundo por descubrir detrás de unos ojos que lo más que muestran es desconfianza ante lo desconocido.
Miradas valientes y deseosas de luchar a contracorriente, de decir ''aquí estoy yo'' y ''cuenta conmigo'', miradas que transparentan el corazón de tantos héroes sin capa ni armadura.
Hay miradas gélidas, quebradas y atónitas ante el mundo, miradas sin un ''por qué'' ni un ''cómo afrontarlo'', porque tienen la vista cansada de mirar ante la vida.
Existen otras miradas impacientes e inquietas, que quieren saberlo todo y encontrar respuesta a todas sus dudas, viviendo en un constante signo de interrogación a veces inamovible.
También hay miradas sensibles y carismáticas, miradas que ni siquiera el beso de un abuelo o el abrazo de un amigo podrían sustituir. Porque esas miradas ya llevan implícito un mar de sentimientos infinitos y puros.
Hay otras miradas que, por alguna razón, nos parecen falsas y crueles. Miradas que inspiran rencores y miedos, que, aunque sin mala intención, se nos clavan en el alma como si de un ancla se tratase.
Existen miradas fuertes y perseverantes, tan importantes en esta sociedad , aquellas que asusten a los mangantes a sueldo que nos manipulan, y que amenacen a los ladrones de sueños.
Miradas humildes que reflejan el mar y los campos de Andalucía. Miradas trabajadoras que llevan a casa el pan de cada día, miradas enfermas de rutina y a la vez duras y constantes.
Hay miradas inocentes en cada niño de cada rincón del mundo, aquellas que llenan lo imposible de energía y fuerza vital y completamente ciegas de maldad.
Miradas de celos, miradas agotadas, otras frágiles y otras invencibles. Las hay intensas y emocionales, y otras tan frías que esconden misterios indescriptibles. Miradas rítmicas, afectuosas, inquietas y envidiosas. Miradas ausentes y apagadas, despiertas y dormidas...
En este infinito mar de miradas quizás no encuentres la que te defina exactamente, pero seguro que llevas en la mente alguna mirada que te abraza, te besa, te invita a bailar y a sonreir. Esas son miradas VERDADERAS, porque lo que las hace especiales es que se miran firmemente, sin importar el exterior ni lo que venga, que invitan a la locura y conducen a la libertad. Miradas y nada más.

Para amenizar esto os dejo una canción especial que quizás os cambie la percepción que tenéis de vuestras miradas y de las miradas ajenas. ''Cuando tus ojos me miran'' (India Martínez y Franco de Vita)